Wednesday, October 11, 2006

El hombre del joggin energético


El mundial del 2002 es un punto de inflexión en los últimos tiempos de la selección. Desde los equipos de Bilardo (tanto del 86 como del 90) fue el momento que más dividió a los amantes de este deporte (y a los que no cazan una también).
Bielsa, desde el principio de las eliminatorias, fue mostrando su estilo de juego sobre el campo, con detalles que para aquellos que comulgaban con su filosofía de juego eran característicos de su preparación y capacidad, y para sus detractores, esa obsesión por los detalles y la táctica transformaban a sus equipos en meros jugadores de playstation (lo cual me hace acordar a la frase de mourinho quien mencionó que si sus jugadores cumplieran al pie de la letra lo que el planifica podrían jugar con los ojos cerrados).
Analizar desde los fríos números de la era Bielsa es algo que ilustra varias cosas como el bajo nivel de las eliminatorias sudamericanas y la complicación de la selección nacional para abrir partidos muy trabados (los dos partidos contra Bolivia son un claro ejemplo). Sin embargo, es significativo los partidos que ha perdido el conjunto del señor de los joggins al cuello, por ejemplo perdió contra Brasil 3 a 1, por eliminatorias, ya que en la copa América tampoco le pudo ganar, lo cual genera una duda ¿El equipo del restaurador de los wines defensores era un gran equipo arrollador o en realidad era un equipo de cabotaje que a la hora de la verdad tuvo la fortaleza de una gelatina para hacer frente a un equipo europeo clase A- como Inglaterra y a otro clase B como Suecia?
El famoso equipo que iba al frente en todas las canchas y que se ganó elogios inmensurables por ganarle a Italia 2 a 1 en el mismísimo suelo italiano y a los alemanes con gol del multifuncional y cuasi vendehumo del 9 disfrazado de 3 de juampi Sorin, ¿estuvo a la altura de las circunstancias y expectativas realmente o fue una simple cuestión de tiempo para que los equipos mas “mezquinos” le tomaran el tiempo y le cerraran los caminos? Me tomo el atrevimiento de refrescar a vuelo de pájaro los rivales de mayor peso que enfrento la selección en ese período (99-02), estos fueron (estoy abierto a que me refresquen la memoria si me falta alguno) Brasil, a quien únicamente le pudimos ganar en el monumental 2 a 1, sobre un total de 3 presentaciones durante tal período, a Italia y a la selección germana. Más allá de esos 3 rivales, el resto fueron de segundo y tercer nivel, como olvidar las giras por centro América en las cuales dábamos pena para ganarle a México.
Este proceso de casi 4 años debió haber servido para tener una base que le permitiera a Bielsa armar su equipo a su gusto, pero sin descuidar la posibilidad de las lesiones (que al final minaron algunas de sus posiciones claves, por ejemplo el caso de Ayala). Sin embargo, el hombre de los joggins decidió inmolarse con la “suya” y puso de rodillas futbolísticamente durante 3 partidos al máximo candidato para llevarse el mundial.

(Casi un mes después de haber empezado este artículo, lo retomo para darle cierre a esta idea).

Personalmente considero que el DT de la selección durante ese periodo, encontró un grupo de jugadores que le permitieron manifestar su idea futbolística de una manera excepcional, pero que esta estabilidad no le permitió ver lo endeble de su grupo ante una serie de normales anomalías, es decir, que ante un par de jugadores suspendidos y uno o dos lesionados y, nunca faltante, as de espadas en bajo nivel, su estructura de equipo compacto y arrollador se derrumbaría y estaría sin reacción contra el hecho de jugar con su propia desesperación, cosa que sucedió con Suecia en el tercer partido del mundial.